Snowboard y Surf en Chile: Una Aventura desde los Andes hasta el Pacífico
- Antonia Galmez
- 16 sept 2024
- 4 Min. de lectura

Conocí a Taylor hace algunos años en Canadá, y nuestra amistad se ha mantenido a través de las fronteras. En Abril de 2024, después de una breve visita a su casa en Pemberton, Canadá, ella decidió devolverme la visita, pero con una propuesta irresistible: ¿por qué no combinar dos de nuestras pasiones, snowboard y surf, en un solo viaje a Chile? ¡El reto estaba sobre la mesa! Así comenzó nuestra increíble aventura.
El Viaje Comienza
A las 9:00 p.m., Xabi y yo esperamos a Taylor en el aeropuerto de Santiago. Taylor llevaba más de 20 horas de viaje, desde Canadá, haciendo escalas en California y Panamá, hasta finalmente llegar a Chile. A pesar de su cansancio, la recibí con un fuerte abrazo y una energía contagiosa. Nuestro destino: Maule Mountain Lodge, un refugio en la impresionante Laguna del Maule, donde pasaríamos los primeros días de nuestro viaje.
Día 1: En Búsqueda de la Nieve Perfecta
Nos despertamos temprano, con la adrenalina a flor de piel, y salimos en motos hacia las montañas en busca de nieve fresca. Aunque era septiembre, el final de la temporada, y las últimas nevadas no habían sido ideales, confiábamos en encontrar las condiciones perfectas. Nuestro primer destino fue El Tótem, una de nuestras zonas favoritas.

Caminamos una pequeña cuesta para esquiar la línea, pero en 10 minutos el sol se tapó con nubes densas que no dejaban grabar bien con el dron, esperamos y esperamos.. dando fe que iba a despejar.. ya habían pasado 45 minutos y nada.. decidimos bajar por otro lugar y dejar esa línea para mañana que el clima se veía mas prometedor.
Nos fuimos a la casa a descansar y prepararnos para mañana.

Día 2: Gran día
Despertamos temprano para aprovechar el día de sol. Avena, cafe y buena musica para partir la mañana.
Manejamos del lodge al estacionamiento para poder bajar las motos y entrar a la montaña.
Las vistas eran espectaculares, y las líneas que hicimos juntas fueron perfectas, con nieve más suave de lo que habíamos anticipado.

Después de media mañana explorando El Tótem, nos dirigimos a La Gema, un lugar secreto cerca de la Laguna del Maule. El chute largo y angosto estaba en sombra, lo que significaba que podría estar más helado de lo que esperábamos. Sin embargo, las bajadas fueron muy buenas, y encontramos nieve en condiciones mucho mejores de lo que habríamos imaginado para septiembre. La emoción crecía, y nos sentimos afortunadas de haber llegado a esquiarlo.
Cerramos el día esquiando en la zona de La Pirámide, una pendiente pronunciada que nos retaba a descender juntas en línea perfecta. Terminamos la jornada disfrutando de la vista cerca de la laguna, con los últimos rayos de luz reflejándose en el agua y la nieve endurecida bajo nuestros pies.
Día 2: Camino a Chillán

El jueves amanecimos con calma, disfrutando la mañana que le llamamos “slowly morning”. Tomamos un desayuno largo, disfrutando de la vista a las montañas mientras revisábamos las imágenes del día anterior. Contentas con nuestro progreso, empacamos nuestras cosas y emprendimos el viaje hacia Chillán, a unas cuatro horas de distancia. El camino fue relajado, con paradas para café y comida, aprovechando cada momento para absorber el paisaje chileno.
Día 3: Condiciones Inesperadas y Termas Naturales
El sábado, nos despertamos temprano, listos para un día más en la nieve. Sabíamos que había llovido la noche anterior en el pueblo, pero no estábamos seguros si las montañas habían recibido nieve o solo lluvia. Nuestra única opción era subir y ver por nosotros mismos. Salimos en motos desde el valle de Shangri-La, donde nos encontramos con algunos amigos que guiaban a un grupo de extranjeros. Todos estaban felices, el sol brillaba y no había viento, lo que presagiaba un buen día.
Nos dirigimos a una zona llamada Diguillín Libre, pero la nieve estaba afectada por la lluvia y no estaba en buenas condiciones para esquiar. Sin embargo, no perdimos el tiempo. A solo 10 minutos de ahí, se encuentran las termales de agua caliente, un rincón escondido donde disfrutamos de una tarde de relajación en medio de la montaña. Era solo para nosotros, un momento único de conexión con la naturaleza, rodeados de un paisaje impresionante.

Surf en Puertecillo: Del Snowboard al Mar
Después de nuestra aventura en la nieve, partimos hacia Puertecillo, una playa mágica en la costa chilena, donde las montañas se encuentran con el océano. Al llegar, fuimos recibidos por un mar empoderado, un desafío perfecto para lo que veníamos a hacer: filmar un video de surf. Aunque no éramos surfistas profesionales, nuestra pasión por el océano nos impulsaba a dar lo mejor.
La primera sesión de surf fue inolvidable. El mar bombeaba con fuerza, pero estábamos solas en el agua, algo que no es muy común , solo nosotras dos, desafiando las corrientes y las olas. Era un recordatorio de que el surf es un deporte de paciencia y perseverancia. Las sesiones mañaneras al amanecer y las de la tarde al atardecer nos llenaron de energía, a pesar de que nuestros brazos sentían el esfuerzo después de semanas sin surfear.

Un Viaje para Recordar
Pasamos los días en Puertecillo disfrutando del mar, de la compañía de amigos como Xabi y del hermoso paisaje que nos rodeaba. Cada sesión de surf, cada conversación y cada momento en la naturaleza fue una confirmación de por qué amamos tanto viajar, tener contacto con la naturaleza, y bailar tanto en las montañas como en el mar.
Este viaje no sólo fue una combinación perfecta de snowboard y surf, sino también una oportunidad para conectarnos con la naturaleza, desafiarnos a nosotras mismas y crear recuerdos inolvidables. Chile, con su increíble diversidad de paisajes y oportunidades, una vez más, nos había regalado una experiencia única.
Equipo: Taylor Godber, Antonia Galmez, Xabier Azcarate, Claudio Vicuña, Oscar "Peine"Rodriguez.
Fotografía: Claudio Vicuña y Xabier Azcarate/Andes Cinema



























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